HOMBRES Y MUJERES APASIONADOS QUE TRANSMITEN UN ARTE MILENARIO
Un conocimiento único ancestral que combina materiales nobles y trabajo de precisión
La fabricación de una Makila requiere mucho conocimiento: trabajar la madera de níspero, dar forma y decorar el metal y tejer el cuero. Cada artesano es formado en nuestro taller por la generación anterior.
Las 7 habilidades que intervienen en la fabricación de la Makila
Madera de níspero, el corazón de la Makila (makhila)
Trabajar con madera de níspero es lo que más tiempo y paciencia requiere. La vara tarda unos diez años en llegar a la anchura suficiente para ser cortada. Una vez la escarificación cicatrizada, la vara se corta, se hornea, se descorteza y se endereza. Este es el comienzo de un largo proceso de «maduración» que durará 10 años y permitirá que la madera sea recta, sólida y patinada.
Trenzado del cuero
Una técnica muy especial
Se necesita un cuero de calidad para hacer la empuñadura y la correa. Utilizamos cuero de cabrito de una curtiduría del País Vasco. Hemos elegido este cuero por su gran resistencia. Se cree que el origen de esta artesanía es una herencia de nuestros antepasados (Ainciart Bergara) que fueron tejedores hasta finales del siglo XIX.
Un conocimiento que se mantiene en secreto
El trenzado de la empuñadura de las Makilas Ainciart Bergara es un conocimiento que se transmite de generación en generación y que se guarda celosamente. El trenzado necesita de una habilidad muy técnica, ya que el diámetro es diferente de un extremo a otro.
Se necesitan muchas horas de práctica para aprender esta técnica, perfeccionada hace cientos de años por la familia Ainciart. La trenza termina en la parte inferior con tiras que se unen una a una. El trenzado de la correa es un trenzado de cuatro cabos que, aunque es menos complejo que el de la empuñadura, requiere mucha destreza y concentración.
De la placa a la virola
Para cada pedido, acudimos a nuestros altillos para seleccionar la vara de níspero que corresponde a la estatura y peso de la persona a la que se destina la Makila Ainciart Bergara. Las varas tienen diferentes diámetros, colores, husos y longitudes. Una vez elegida la vara, trasladamos sus medidas a la placa de metal (latón, alpaca o plata) antes de cortarla.
El corte se realiza según un patrón muy preciso que permite obtener virolas cónicas con diferentes diámetros en los extremos, siendo la parte superior de menor diámetro que la inferior. Una vez cortadas, las piezas metálicas se moldean con un martillo. Se golpean varias veces hasta obtener un cono y luego se sueldan.
La soldadura es un paso esencial, ya que es la que hace invisible el punto de unión de las dos caras de la placa metálica.
Ornamentación mediante el punzonado
El punzonado se utiliza para grabar motivos decorativos y letras en las virolas. Cada elemento se graba a mano con un punzón, con paciencia y habilidad.
En cuanto a los diseños, encontramos diferentes patrones heredados de nuestros antepasados, que se colocan a lo largo de la virola, separándolos con pasos de limas de sección triangular. Esta última también se utiliza para hacer tramas y sombreados.
Para las letras, cada Makila se personaliza con el nombre, apellidos y lema (en euskera) de su futuro propietario.
También están firmadas en su parte inferior: «Ainciart Larressore» hasta 1926 y «Ainciart Bergara – Larressore» a partir de 1926. La firma permite comprobar si una Makila procede de nuestro taller o no. Por último, cada Makila lleva también el año de su fabricación.
Estos son los principales motivos que encontrará en las Makilas Ainciart Bergara: la cruz vasca y el helecho, motivos de grabado característicos de la casa.
Grabado de iniciales
Las iniciales se graban a mano en el pomo. La técnica, conocida como «grabado ornamental», permite vaciar el metal con un cincel para dejar al descubierto las letras.
Las letras se graban entrelazadas, una forma que se adapta perfectamente a la redondez del pomo. Están hechas de líneas completas y sueltas, lo que hace que el grabado esté presente y perdure en el tiempo.
Los pares de letras se inspiran en un modelo creado en el siglo XIX por un conocido grabador francés, Charles Demengeot, que creó un monograma con las veintiséis letras del alfabeto.
También es posible grabar dibujos o escudos en los pomos metálicos, si se solicita.
El montaje de las diferentes piezas
Una vez realizadas todas las piezas de la Makila Ainciart Bergara, unas veinte en total: virolas, pomo, correa, trenza, punta, trébol, etc., se procede al montaje.
El objetivo es encontrar una armonía de líneas respetando el equilibrio para facilitar la marcha. La línea de la madera se prolonga con piezas metálicas en los extremos, el extremo delgado en la parte superior y el más grueso en la inferior.
El montaje se realiza sin utilizar colas, resina o plomo. Las piezas se ajustan forzándolas entre la madera y el metal. Se trata de una operación muy meticulosa de enclavamiento y calce de las piezas. En general, el montaje está diseñado para que las juntas sean invisibles.
Este es uno de los pasos más complejos de la elaboración de la Makila Ainciart Bergara, ya que requiere un ojo agudo, que sólo puede adquirirse con años de experiencia.
Reparación de una Makila
Reconocer el origen de su Makila
Sólo reparamos las Makilas hechas en nuestro taller y por nuestra familia, porque sabemos cómo fueron montadas y fabricadas. La firma de nuestro taller aparece en su base (ver ilustración) y corresponde a la inscripción «Ainciart Bergara – Larressore», a partir de 1926 o «Ainciart – Larressore» antes de esa fecha.
Tenga en cuenta que podemos añadir una correa (cordón de cuero) a cualquier Makila, ya que no requiere ningún montaje/desmontaje.
Una Makila está pensada para acompañar varias generaciones. El desgaste o por el paso de los años o por un uso intensivo puede dañar ciertas partes de la Makila, que restauraremos en nuestro taller. La reparación más usual es la sustitución de la correa, también es posible cambiar el cuerno del pomo, la madera, el trébol, etc.
Para las reparaciones, lo más fácil es enviarnos fotos de su Makila al correo atelier@makhila.com.
Consejos de mantenimiento
Ya utilicé su Makila regularmente durante las caminatas o como artículo ornamental, le recomendamos un mantenimiento regular para conservar sus cualidades:
Mantenimiento de la madera de su Makila
Es importante mantener la madera de su Makila para evitar que se seque y pierda color. De vez en cuando, utilice un poco de cera antigua incolora para mantener la pátina. Si le gusta la madera oscura, debería utilizar una cera antigua de madera de cerezo oscura.
Si no ha nutrido la madera durante mucho tiempo, ¡todavía está a tiempo! Aplique aceite de oliva con los dedos directamente sobre la madera. Mientras la madera lo absorba, repita el proceso. Esto permite volver a llenar las fibras en profundidad. A continuación, espere unos días antes de aplicar la cera para recuperar el brillo de la madera.
Mantenimiento del metal de su Makila
El cuidado del metal depende de su gusto: pocas veces si le gusta la pátina, más a menudo si quiere que el metal brille. Limpie en seco las partes metálicas con una gamuza para joyas (Hagerty Silver Cloth).
No recomendamos el uso de soluciones líquidas como Miror, ya que obstruyen los grabados.
Cuidado del cuero de su Makila
Para nutrir el cuero, y evitar que se cuartee le recomendamos utilizar la grasa Paulin. Si su Makila ha
sufrido algún daño le ofrecemos un servicio de reparación. No dude en ponerse en contacto con nosotros para obtener más información.
Por supuesto, siempre puede acercarse a nuestro taller, en Larressore, para cualquier intervención de encerado, pulido, etc.
Si votre Makhila a été endommagé, nous proposons également un service de réparation. N’hésitez pas à nous contacter pour en savoir plus.
Vous êtes bien évidemment toujours les bienvenus à l’atelier, à Larressore, pour une remise en beauté de votre makhila (cirage, polissage, etc.).