Jean Bergara despuntó en la elaboración y decoración de las Makilas.
En 1936, en la Exposición Nacional del Trabajo de París, se le concedió el título de Meilleur Ouvrier de France (Mejor trabajador de Francia) como fabricante de Makila.
Un año más tarde, participó en la Exposición Universal de París ganando dos medallas. Con motivo de esta exposición, el Rey de Bulgaria, que la visitó en noviembre, se paró a observar su trabajo por lo que el comité organizador decidió regalar al rey una Makila de Jean Bergara. La Makila lleva grabado el lema «Mi camarada y mi ayudante».
Unos días después, Jean recibió una nota de Albert Lebrun, entonces presidente de la República.